Gestión de Riesgos en el siglo XXI

Gestión de Riesgos en el Siglo XXI: Competencias Esenciales para el Risk Officer

FECHA

5 marzo, 2024
l

AUTOR

323arq

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5 marzo, 2024
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AUTOR

323arq

En el mundo de los negocios actual, la gestión de riesgos se ha convertido en una disciplina esencial para asegurar la viabilidad y el logro a largo plazo de las empresas. En esta situación, el papel del Risk Officer emerge como un personaje central, con la responsabilidad de manejar la complejidad y la incertidumbre. El objetivo de este artículo es examinar detenidamente las habilidades fundamentales que caracterizan a un Risk Officer eficaz, fusionando el punto de vista del Project Management Institute (PMI(r)) y contribuciones de expertos destacados en el campo.

Competencias Fundamentales para el Risk Officer:

Conocimiento Profundo del Negocio:

La base para construir una gestión de riesgos efectiva es el profundo entendimiento del entorno empresarial y sus dinámicas. A través de la “PMBOK Guide“, el PMI resalta la importancia de alinear estratégicamente la gestión de riesgos del Risk Officer con los objetivos específicos de la organización. La visión de Peter Drucker respalda esta perspectiva al proclamar que “el riesgo más grande es no tomar ningún riesgo”. Un Risk Officer sin un conocimiento arraigado del negocio no puede identificar ni abordar de manera efectiva los riesgos que podrían afectar la consecución de los objetivos organizacionales.

Habilidades Analíticas y Cuantitativas:

En un mundo caracterizado por la complejidad y la interconexión, es crucial tener habilidades analíticas y cuantitativas para gestionar los riesgos. El PMI, a través de su “Practice Standard for Project Risk Management”, y el respetado estadístico Nate Silver en su obra “The Signal and the Noise“, coinciden en la importancia de utilizar métodos cuantitativos para mejorar la precisión en la evaluación de riesgos. Mediante el uso de herramientas analíticas avanzadas, el Risk Officer puede comprender la naturaleza probabilística de los riesgos, lo que facilita una toma de decisiones más informada y estratégica.

Comunicación Efectiva:

La capacidad de comunicarse de forma clara y efectiva es un arte que no se puede subestimar en la gestión de riesgos. El PMI(r) resalta la importancia de esta habilidad en su “PMBOK Guide (r)”, reconociendo que la comunicación clara es fundamental para comprender completamente los riesgos y, por lo tanto, para tomar decisiones informadas. Brené Brown, en “Dare to Lead”, agrega un aspecto humano al proceso al destacar que, un Risk Officer que pueda comunicar claramente los riesgos y también construir conexiones emocionales con otros, promueve una cultura organizacional que valora la gestión de riesgos como un esfuerzo conjunto.

Adaptabilidad y Resiliencia:

En un contexto empresarial marcado por la inestabilidad y la falta de certeza, la capacidad de adaptación y resistencia emergen como habilidades esenciales. La “PMBOK Guide” resalta la necesidad de que el Risk Officer ajuste estrategias y planes de riesgos conforme evolucionan las circunstancias. Angela Duckworth, en “Grit: The Power of Passion and Perseverance” explora la resiliencia como un factor clave para lograr objetivos a largo plazo. Un Risk Officer que abrace el cambio y aprenda de la adversidad se convierte en un catalizador para la resiliencia organizacional, lo que permite que la entidad prospere incluso en situaciones difíciles.

Conocimiento Regulatorio:

Las organizaciones no pueden desvincular la gestión de riesgos del marco regulatorio en el que operan. La importancia del conocimiento regulatorio en la gestión de riesgos es destacada por la “Regulatory Affairs Professionals Society” (RAPS), además del PMI. Un Risk Officer debe conocer las regulaciones específicas de la industria, no solo para asegurar el cumplimiento legal, sino también para reducir los riesgos asociados con posibles sanciones o consecuencias legales. En un entorno empresarial cada vez más regulado y sujeto a cambios normativos, la competencia en este aspecto se vuelve crucial.

Tendencias Emergentes en la Gestión de Riesgos:

En la era de la transformación digital, el uso de tecnología se ha vuelto fundamental para la gestión de riesgos. Tanto el PMI, como Andrew McAfee en “Machine, Platform, Crowd“, tratan sobre cómo integrar tecnologías emergentes y su influencia en prever y reducir riesgos. En un entorno empresarial dinámico, la inteligencia artificial, el análisis predictivo y otras herramientas tecnológicas están cambiando la manera en que se manejan los riesgos. Identificar patrones emergentes y responder proactivamente a los riesgos es posible para el Risk Officer gracias a la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real.

Compentencias fundamentales para el Risk Officer

Importancia de la Gestión de Riesgos en el siglo XXI:

En un entorno marcado por cambios rápidos y la irrupción de nuevas amenazas, es crucial gestionar proactivamente los riesgos emergentes. Tanto el PMI como el visionario financiero John C. Bogle, en “The Batle for the Soul of Capitalism“, están de acuerdo en la importancia de prever y manejar riesgos emergentes para proteger la sostenibilidad a largo plazo. Un Risk Officer que adopte un enfoque prospectivo puede preparar a la organización para hacer frente a desafíos futuros y aprovechar oportunidades antes de que se conviertan en amenazas inminentes.

En el entorno digital actual, la seguridad cibernética se ha vuelto un riesgo prioritario. El PMI y el experto en seguridad informática Bruce Schneier en “Click Here to Kill Everybody” abordan la ciberseguridad. La gestión de riesgos ahora requiere protección contra amenazas cibernéticas como necesidad fundamental. El Risk Officer debe enfocarse en la ciberseguridad debido a las posibles repercusiones significativas en la continuidad del negocio, la reputación de la marca y la confianza del cliente que puede ocasionar un ataque cibernético.

Combinar las competencias técnicas respaldadas por el PMI con habilidades interpersonales y perspectivas de expertos en comportamiento humano y tecnología permite una gestión de riesgos más completa y efectiva mediante un enfoque integrador. La gestión de riesgos no puede ser vista solo como una función técnica, sino también como un arte que demanda comprensión profunda del comportamiento humano, habilidad para comunicarse eficazmente y flexibilidad para enfrentar cambios constantes en el entorno.

En este sentido, la gestión de riesgos se convierte en un esfuerzo colaborativo que trasciende las divisiones tradicionales dentro de una organización. La intersección de las competencias técnicas y las habilidades blandas permite que la gestión de riesgos se integre holísticamente en la cultura organizacional, fomentando una mentalidad proactiva hacia los riesgos en todos los niveles.

Concluyendo, las competencias esenciales para un Risk Officer se enriquecen mediante la integración de perspectivas del PMI y aportes de expertos como Brené Brown, Nate Silver, Angela Duckworth y otros. Las tendencias emergentes subrayan la necesidad de adaptarse y abordar riesgos específicos, como la ciberseguridad y los riesgos emergentes. Un enfoque integral que abarque tanto las competencias técnicas como las habilidades interpersonales posiciona al Risk Officer como un líder estratégico, capaz de guiar a la organización hacia la resiliencia y el éxito continuo.

La gestión de riesgos en el siglo XXI va más allá de un conjunto de procedimientos y herramientas; se trata de una mentalidad arraigada en la comprensión profunda, la adaptabilidad, la comunicación efectiva y la anticipación de los desafíos futuros. En última instancia, un Risk Officer proactivo y competente es el motor que impulsa a la organización a través de las aguas turbulentas del cambio, convirtiendo los desafíos en oportunidades y garantizando un futuro sostenible en un mundo empresarial dinámico